DEPRESIÓN
La tristeza y la melancolía son
dos sentimientos presentes en algún momento de la vida de todas las personas,
al igual que la alegría y el placer. Los dos primeros no son en sí patológicos,
pero en algunas ocasiones pueden llegar a serlo para ciertas personas.
Síntomas
Ø Estado de ánimo deprimido o tristeza la mayor parte del tiempo (para lo que no parecería haber motivos)
Ø Falta de energía y sensación de cansancio permanente
Ø Incapacidad para disfrutar de cosas que antes provocaban placer
Ø Desinterés por estar con amigos y familiares
Ø Irritabilidad, enojo o ansiedad
Ø Incapacidad para concentrarse
Ø Pérdida o aumento considerable de peso
Ø Cambios considerables en los patrones de sueño (incapacidad para dormirse,
permanecer despierto o levantarse por la mañana)
Ø Sentimientos de culpa o de inutilidad
Ø Achaques (aunque físicamente todo esté bien)
Ø Pesimismo e indiferencia (no darle importancia a nada ni en el presente ni
a futuro
Ø Pensamientos de muerte o suicidio
Esto
afecta principalmente a mujeres y hombres pero sobre todo a las mujeres ya que
son más hormonales y sentimentales lo que se puede reflejar en el pensamiento,
la perspectiva, el comportamiento de ánimo de la persona así como su estado de
ánimo.
Cuando una persona
sufre depresión su visión hacia la gente se vuelve sombría y los pensamientos
de esa persona reflejan la desesperación.
Tipos de depresión
El trastorno depresivo grave,
también llamado depresión grave, se caracteriza por una combinación de síntomas
que interfieren con la habilidad para trabajar, dormir, estudiar, comer, y
disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. La depresión
grave incapacita a la persona y le impide desempeñarse con normalidad. Es
posible que un episodio de depresión grave ocurra solamente una vez en de la
vida de una persona, pero mayormente, puede volver a aparecer durante las diferentes
etapas de la vida.
El trastorno distímico, también
llamado distimía, se caracteriza por síntomas depresivos de larga duración (dos
años o más) pero menos graves que los de la depresión grave. Es posible que la
distimia no incapacite a una persona, pero le impide desempeñarse con
normalidad o sentirse bien. Quienes tienen distimia también pueden padecer uno
o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas.
También se puede padecer de depresión
menor. Los síntomas de la depresión menor son similares a los de la depresión
grave y la distimia, pero son menos graves y/o generalmente duran menos tiempo.
Algunos tipos de trastorno depresivo presentan
características levemente diferentes a las descritas anteriormente o pueden
desarrollarse bajo circunstancias únicas. Pero, no todos los científicos están
de acuerdo en cómo caracterizar y definir estos tipos de depresión. Estos tipos
de depresión son los siguientes
La depresión
psicótica ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada
de alguna forma de psicosis, tal como, una ruptura con la realidad; ver,
escuchar, oler o sentir cosas que otras personas no pueden detectar
(alucinaciones); y tener creencias firmes que son falsas, por ejemplo, cuando
la persona cree que es el presidente (delirios).
·
El trastorno
afectivo estacional o TAE se caracteriza por la aparición de una
enfermedad depresiva durante los meses del invierno, cuando disminuye la luz
solar natural. Esta forma de depresión generalmente desaparece durante la
primavera y el verano. El TAE puede tratarse eficazmente con terapia de luz,
pero aproximadamente la mitad de las personas con TAE no mejoran con la terapia
de luz solamente. Los antidepresivos y la psicoterapia también pueden reducir
los síntomas del TAE, ya sea solos o en combinación con la terapia de luz.
Tratamiento
farmacológico con antidepresivos: Los antidepresivos se utilizan
para corregir desequilibrios en los niveles de las sustancias químicas del
cerebro, especialmente la serotonina, un químico cerebral que
transmite mensajes en el área del cerebro que controla las emociones, la
temperatura corporal, el apetito, los niveles hormonales el sueño y la presión
sanguínea. Los antidepresivos actúan incrementando los niveles de serotonina en
las células del cerebro. Cada clase de antidepresivos lo hace de una forma
distinta. No suelen provocar dependencia. Normalmente tienen efecto entre tres
y seis semanas después de iniciar el tratamiento. Si no se han producido
avances en este tiempo, el médico suele optar por cambiar el tratamiento,
añadiendo más dosis u optando por otro antidepresivo. Entre sus efectos
secundarios más comunes se encuentran el insomnio, nerviosismo, disfunción
sexual, nauseas, mareos o aumento de peso.
Psicoterapia: Su fin es ayudar
al paciente a conocerse mejor y cambiar sus malas formas de pensar, sentir y
actuar.
Terapia electro compulsivo: Se utiliza
cuando el paciente no puede tomar medicación o no mejora con ella; cuando el
riesgo de cometer el suicidio es alto o si existe debilitamiento por otra
enfermedad física.
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